Desde ayer tenemos en nuestras manos el primer montaje de nuestra "hija" Sweet Sadness. Fue como caminar por un bosque lleno de luz y color.
El ver ... admirar ... sentir ... como Sonia y Eva se fundían en sus personajes, fue uno de los mejores regalos que nos han dado en mucho tiempo, y revivimos nuevamente todos los maravillosos sentimientos que han anidado en nuestros corazones desde que empezamos este proyecto.
Por la noche, cuando llegamos a casa, volvimos a verla ... a sentirla ... En ocasiones pensamos que la noche es tan sólo una expresión de la vida, en la que nuestros pensamientos se ordenan ... se apaciguan ... pero no ... la noche de ayer estaba llena de alboroto ... de magia ... y de alegría, y también de sus propios misterios, que nos han hecho sentir ... soñar ... y volar ... Esa noche no dejará de tener su propio sonido ... el de Sweet Sadness.
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